¿Estas aquí? (libre)

Se arrodillo junto al ver que se sentaba. Él le había dejado claro tantas veces lo mucho que odiaba que permaneciese de pie sin su permiso, que lo había hecho sin pensarlo.

- ¿Como podria... compensarle? - Preguntó con voz sumisa






(odio las practicas de la uni) T.T

Respiró hondo por la nariz, mientras hacía un leve pestañeo con los ojos.

- ¿Compensarme? Oh, no tienes por qué. - Le vino a la mente un bol de fideos. Lo cierto es que podría compensarle cocinando un bol de fideos, pero vamos, que no era cuestión de ser descortés en aquel momento. Mira para el techo del templo, pensativo, y al cabo baja la cabeza de nuevo, mirándole a los ojos.

- No se... - hace un gesto raro con las manos, en plan cómico. - ¡Puedes sonreir! Eso compensaría lo suficiente. - No sabía muy bien por qué habia pedido aquello, pero mira, era buena idea en el fondo.



(Que buenos tiempos, el colegio.... ._.)

Se acercó mucho a él, aun arrodillado y sonrió, una sonrisa que iluminó todo su rostro.

- ¿Así? - Soltó una risita inocente, nunca le habian pedido hacer tal cosa.


(uyff ya ves)

- Sí, así va bien. - Le dedica una sonrisa (Pero no tan amplia como la de él) y le agarra con amistad uno de sus mofletes, tirando de este, con cariño, de forma infantil. Le enarca las cejas, de forma burlona, intentando afianzar un poco más la confianza entre ellos dos.

Soltó una risita apartandose de el

- Me haces cosquillas! - movio sus orejitas un poco hacia atras y despues suspiró - O.. oye.. ¿tienes un poco de agua?

Las galletas habian hecho que tuviese una sed tremenda.

- Oh! Perdon - Contesta con una sonrisa, separando sus manos de su moflete y haciendo gestos de disculpa grandilocuentes. Luego ladeó la cabeza, mirándole.

- Claro... - Hurga en su cinturón, buscando la petaca que llevaba consigo. Sacó dicho objeto y lo agito levemente, dando a entender de que mucha agua no quedaba, pero suficiente para saciar una sed leve/media. - Ten, no tengo mucho, pero puedes beberte lo que queda. - Asiente con la cabeza.

Bebio hasta acabarse la petaca, de un solo trago...

- Aaah.. gracias - suspiró sonriendo y despues lo miró sin borrar su sonrisita - quiero hacer algo mas por ti... me has ayudado tanto ¿puedo.. convertirme en tu...?

No sabía como seguir

- ¿sirviente?..

Esperó impacientemente a ver que quería ofrecer por aquella simple muestra de gratitud.

- Esto...¿sirviente? - La respuesta le dejó un poco descolocado. ¿Sirviente? Aquello era sinónimo de esclavitud, ¿no? Por nada del mundo se rebajaría a pedirle tal cosa.

- Sirviente...¿por qué quieres ser tal cosa? - Pregunta con un cierto tono serio, ladeando la cabeza antes de responderle con una negativa.

- Porque es lo único que se hacer - le respondió tambien serio - Y lo mejor que podria hacer para.. compensarle por todo lo que ha hecho por mi

Bajó la mirada, mordiendose los labios

- Acépteme como su sirviente.. lo haré bien - Su voz sonaba como una súplica

Oyó todo lo que decía con un cierto toque de seriedad en el rostro.

- A ver, Irun...

Puso sus manos sobre sus hombros, y le dio un leve apretón mientras le miraba fijamente a los ojos.

- Independientemente de lo bueno que seas, tu no eres el sirviente de nadie. Eso es un trabajo indigno. - Asiente con la cabeza, sin dejar de mirarle. - Puedes hacer bien muchas cosas, y no tener que rebajarte a eso. - Le acaricia el pelo, para concluir su explicación, y se separa un poco de él.

- ¡Pero es lo que siempre he hecho! el me dijo que no serviria para otra cosa...

Bajó la mirada mientras sus ojos se humedecian

- Y no.. quiero estar solo

Acabó sus palabras soltando un sollozo.

- Nadie ha dicho que lo estés... - Dijo, mientras le daba un pequeño abrazo, intentando consolarle para que no llorase. Le acarició un poco el pelo, a ver si se calmaba.

- Él se equivoca. Siempre puedes hacer otras cosas. ¿Sabes cocinar? Puedes meterte a cocinero, y trabajar en un buen sitio, con un buen sueldo. Además, solo no estarás. Si has logrado tener amistad conmigo, ¿por qué con otras personas no? Claro que puedes

Bajó mas la mirada, levantandose.

- Creo que.. he sido una molestia para ti - musitó con voz aun llorosa, realmente se le veia tan perdido..

- ¿Ah? - Comenta, de una forma pensativa. - Pues claro que no has sido una molestia para mí. Es tan solo que...

Pone un gesto extraño en la cara y se rasca el pelo, como si tuviera la culpa de algo.

- ...por decirlo de alguna manera, yo soy una persona solitaria. - Se cruza de brazos, esperando.