Ante la soledad (Libre)

Había explorado muchos parajes de Crystal Lake, pero no había visto todavía el bosque que lo rodeaba, no en su totalidad, al menos.

Allí estaba completamente solo. Solo dentro de lo que cabe la definición. Estaba completamente rodeado de naturaleza; su lado artístico y sentimentaloide se mostraban más aquí, abiertamente. Empezó a tocar la corteza de los árboles que le rodeaban, a sentir la emanación de fuerza que tenía la tierra bajo los pies.

- Vaya, no sabía esta faceta tan naturalista mía... - Dijo, en voz alta, entre sonrisas sinceras. Tocó el tronco de un arbol fuerte varias veces, y luego apoyó la espalda en este. Se dejó caer, quedándose sentado a la sombra del árbol, con una vista a más árboles, hierba, todo un repertorio de flores nunca vistas y un cielo azulado. Se acomodó a gusto en el árbol, haciéndose acertijos a sí mismo para entretenerse.

Alzó la cabeza al primer indicio de ver algo. Se fijó entre todo el paisaje para distinguir a un chico....o a una chica, no podía distinguirlo bien, el cual/la cual le dedicaba una sonrisa bastante mona. Enarcó una ceja ante la misteriosa aparición, y echó un vistazo rápido. Vestía un kimono, y entre las manos llevaba una bolsa. ""¿Qué habría dentro?"" se preguntaba.

- Holaa... - Dijo, con un tono de pereza pero dando cálida bienvenida, sonriendo también igual que la misteriosa personaje. Lanzó un gesto con la mano, de saludo, y se puso de pie, apoyado en el árbol, para poder mirar a los ojos a una misma altura. - ¿Qué tal? - Preguntó entonces.

Sonrio al escuchar como aquel hombre entablaba conversacion con el.

- Bien, gracias por preguntar - Ladeo ligeramente la cabeza y despues se quito un par de hojas que se le habian quedado en el pelo. - ¿Tu? - No iba a ser descortes a pesar de no conocer a ese hombre de nada.

Se acerco a paso lento, tranquilamente, algo mas a el; si iban a hablar seria mejor que no fuese muy lejos, ¿no? Era demasiado confiado, pero era mas astuto y rapido de lo que podia parecer por su aspecto.

- Bien también. - Dijo, asintiendo con la cabeza mientras miraba con interés a aquella persona.

Esta se acercó hacia él. Podía observarla mejor: parecía una chica, y a juzgar por el kimono y un aspecto humano, por así expresarlo, quizás era de las de las viejas costumbres de Oriente. Volvió a dedicarle una sonrisa mientras separaba sus brazos, se separaba un poco del árbol para ir junto a su encuentro y tendía una de sus manos.

- Wright. - Dijo, con sutileza. ¿Cómo se llamaría ella? Por ponerle un nombre...¿Anye? Nah, muy tonto...

Le miro la mano y despues le tendio la suya, estrechandola sin demasiada fuerza, mayormene unicamente acariciandola un poco, despues volviendo la mano juntoc on la otra para sostener la bolsa del cordel de seda que hacia de cierre.

- Un placer Wright, yo soy Suzu. - No creyo importante dar mas datos sobre el, dudo demasiado que fuera a importarle quien o que era. - ¿Y que te trae por aqui? No me parece haberte visto nunca por aqui.

Separado el contacto, la chica llevó sus manos a la bolsita que había cautivado su interés desde el principio, aunque no lo dejaba aparentar con la vista.

- Suzu, ¿eh? - Dijo, con cierto tono de sutileza. - Bonito nombre, vaya. - Dijo, mientras la señalaba.

Dió unos pasos hacia atrás para poder volver a acomodarse con tranquilidad en el tronco del árbol, bajo la sombra, que daba un gusto casi indescriptible.

- Yo, pues... pasaba por aquí, distrayéndome con la naturaleza. Está bien desconectar de vez en cuando. - Sonrie, asintiendo con la cabeza. - Si preguntas en general...pues me apetecía explorar nuevos sitios, como Crystal Lake. - Contesta, ladeando los brazos a sus lados, como indicando todo el lugar.

Movió levemente los ojillos mirando el paisaje detrás de Suzu.

- ¿Y tú qué? ¿Qué te trae por aquí? Lo cierto es que nunca nos habíamos visto. - Contesta, asintiendo nuevamente mientras se cruza de brazos con una sonrisa en el rostro.

- Vine al bosque para buscar un par de cosas, necesitaba distraerme del trabajo y alejarme del lugar. - Le respondio mirando hacia el camino mas notorio de que era una salida. Rio para si mismo. - Y si te refieres de forma mas abierta, vine aqui hace unos cuantos años con mi pueblo pero termine perdiendome; pero ya se arreglo todo.

Se encogio de hombros, torpemente y ofreciendole una calida sonrisa. Se quedo de pie mirandole, no sabia que podia decirle, incluso quizas estaba molestandole.

- ¿Pueblo? ¿Perderte? ¿Arreglarse todo? - Dijo con un cierto tono de curiosidad. Se rascó la barbilla, mientras bajaba las cejas, mirándola de forma distinta. - Suena a historia de esas que merecen ser contadas... - Dijo de forma indirecta.

Observó la sonrisa dedicada por Suzu y le devolvió una igual, mientras asentía con la cabeza.

- Por curiosidad...¿eres de clase alta? Tienes los dientes bien cuidados. - Dijo, analizando todo cuanto podía ver de aquella chica. - Y raro es que una persona pobre tenga los dientes cuidados. - Enarcó una ceja, pensando en los suyos. No es que fueran una ruina, pero no podían denominarse "bonitos".

No pudo evitar reirse y negar con la cabeza. ¿Como pudo haberse montado aquella pelicula el solo tan rapidamente? Parecia tener imaginacion de sobra.

- Pues en uno de los viajes anuales que hace mi pueblo en cada primavera aqui, me despiste y antes de poder volver con los demas se cerro el "portal" por llamarlo de alguna manera... - Se llevo uno de los dedos a los labios, pensativo. - Me puse a vagar hasta encontrar el pueblo, de ahi ya fui a encontrarme con alguien que supuse podria ayudarme, y a partir de ahi ya pues... tube un sitio donde dormir y comer, ... del lugar del que tengo mando ya que soy yo quien lo creo. - Se encogio de hombros, quizas no sono muy creible, pero aquello fue lo que el hubo pasado.

Tras contarle aquello recordo lo que hubo dicho sobre sus dientes.
-La verdad es que no se yo si se me podria considerar de clase alta, supongo que simplemente... he tenido suerte de tener estos dientes, ¿No?

Prestó atención a todo lo que le decía, sin perder detalle. Era una historia corta, pero historia, y la historia siempre alimentaba el alma. Acabado el cuento, asintió con la cabeza.

- Tenemos fallos a la hora de orientarnos, ¿eh? - Dijo con un leve tono cómico, tomándose algunas confianzas por el momento. Vaya una historia rara. Tampoco era muy profunda, pero mira, se agradecía un leve cuento para pasar el tiempo.

Se rascó la barbita mientras atendía a su última explicación.

- Sep. Son bastante bonitos. Los míos, por ejemplo, podrían mejorarse. Lo mismo podemos decir del pelo... - Observa su peinado rubio, bien cuidado. - El tuyo exhala cuidado y cariño. El mio, desaliñamiento y descuidado. Cosas que pasan. - Se encoge de hombros.

Se miro el pelo, despues pasandose las manos por un mechon y enredando los dedos en su propio pelo.

- Son cosas que por muy simples que sean nos caracterizan segun a que personas, como somos, o incluso lo que llegamos a aparentar ser.

Miro al bolsita de reojo y suspiro alzando levemente una ceja, sin perder la sonrisa, como de costumbre.

- Creo que deberia de ir a llevar esto a su sitio... - Se dijo para el mismo, en voz baja, mirando la bolsita y alzandola un poco para ahora agarrarla por lo que era la tela y no el cordel.

- Supongo que si. No se si lo eres realmente, pero por fuera aparentas ser muy hermosa. - Asintió con la cabeza, serio, haciéndole un leve cumplido para afianzar amistad.

Se cruzó de brazos, mientras observaba la bolsita que tenía en las manos.

- Oh, no te vayas todavía. O bueno, si es urgente si, claro... - Miró de nuevo la bolsita y enarcó una ceja. - ¿Qué contiene? - Pregunta con curiosidad.

Sonrio y despues rio, una vez mas habian vuelto a confundirle con una mujer.

- Mas bien, creo que el termino correcto seria hermoso. - A saber ahora como reaccionaria.

Antes de dejarle decir nada abrio la bolsita, la cual en su interior contenia unas cuantas flores colocadas cuidadosamente para que no fueran aplastadas y o destrozadas.

- La verdad es que no me corre prisa, puedo recoger mas flores, eran para adornar un poco el harem y de paso aromatizar. Son flores aromaticas. - Le aclaro, acercandose la bolsita a el para olerlas.

Abrió los ojos levemente, dejando escapar un leve toque de sorpresa.

- ¿Hermoso? - Preguntó, aunque lo había oido perfectamente. - Es decir...eres un chico. - Preguntó, sin usar un tono de duda.

Antes de poder continuar con esa conversación (Y así al menos aparentar su sorpresa) Suzu le enseñó el contenido de la bolsa: flores. Estas desprendían un olor bastante agradable al olerlo. Asintió con la cabeza, mientras hacía un gesto raro con los labios.

- Vaya, flores...muy bonitas. - Dijo, mientras le acercaba la bolsa y las olía con más fuerza.

Sonrio encogiendose de hombros, volviendo a cerrar la bolsa y enganchandosela a una de las muñecas, para asi no tener que estar sosteniendola todo el rato.

- ¿Pensabas que llevaba algo de valor en ella? - Le pregunto divertido, seguramente no era lo mas normal del mundo llevar flores en una bolsa con tanto cuidado, ¿o si?

- Y respecto a lo otro, si, lo soy, aunque llegue a resultar o bien extraño o bien dificil de creer. - Suspiro y se aparto un par de mechones del rostro.

- Pues...a decir verdad, sí, pensaba que tendrías dinero o cosas de oro...lo normal, vaya. - Se encoge de hombros, mientras olisquea todo lo que puede antes de que cerrase dicha bolsa. - De todas formas, las flores son bonitas. No hay más que ver el paisaje a nuestro alrededor. - Dice, con una sonrisa.


Ladea la cabeza, entonces, mirando a Suzu de arriba abajo.

- Vaya, curioso. Creia que eras una chica. - Niega con la cabeza, mientras se rasca el pelo. - Vamos, tienes un aspecto físico muy heterogéneo. Y tu voz tampoco juzga ni uno ni otro.

- Lo se, y para colmo mi nombre tampoco ayuda a saber que es lo que soy concretamente. Muchas veces me han confundido con una mujer, cosa que realmente no me importa, unicamente cuando luego me hechan en cara que soy un hombre y que no les dije nada... ¡no preguntaron! - Dijo terminando por quejarse, cruzandose de brazos, poniendo morritos y frunciendo el ceño, infantil.

Mmm... - Se rascó levemente la barbilla, dejando escapar una pequeña risa. - Vaya, cosas que pasan. ¿Quizás deberias colgarte un cartel en el que pongas: "Soy chico"? Así, por lo menos, serviría para que les dejasen las cosas claras... - Bromeó.

Ladeó la cabeza (Al final se romperá el cuello...)

- Por cierto, Suzu es un buen nombre, aunque también es homogéneo, vaya. ¿Te ha traído muchos problemas esto de que te confundan con el género? - Pregunta, entre risas.

Se rio levemente por los comentarios que hacia Wright. La verdad es que habia tenido encontronazos y algun que otro problema por su aspecto aunque el le quitase importancia siempre al asunto.

- La verdad es que mas de una persona quiso "hacerme pagar por el disgusto que les di", pero como esaba claro, yo no tengo la culpa de ser como soy, asi que con mandar a esa gente de paseo es mas que suficiente... y si se propasan, no me niego a defenderme con los puños. - Respondio firmemente.

Se rascó la barbilla, atendiendo a las declaraciones de Suzu.

- Es decir, ¿sabes combatir bien? - Preguntó con una sonrisa. A lo mejor podría batirse en duelo con él si tenía tiempo y si sabía pelear de verdad. Así podría matar el tiempo y buscar una forma de dormir, en caso de que Suzu fuera superior a él. - Si es así, ¿tienes tiempo para un pequeño combate? Necesito estirar un poco y despejarme la mente...si tienes tiempo, claro, y ganas.

Le entusiasmaba la idea de combatir un poco. Hacía tiempo que no se metía en líos, a decir verdad.

Se quedo un rato pensando y despues le sonrio negando con la cabeza.

- Lo siento, pero no creo que eso fuera algo demasiado recomendable... y menos viendo las prendas que llevo. - Se encogio ligeramente de hombros, comenzando a dirigirse muy lentamente hacia la "salida" del bosque.

- Ire a dejar las flores, y supongo que tendre que seguir haciendo alguna u otra cosa... siendo el jefe de un lugar como ese suelo tener que estar bastante atento con el que pasa por alli.

Pues vaya...

- Pues vaya...¡en fin! - Hace un movimiento raro de bravura, con el que vuelve a animarse al momento. - Te seguiré. - Dijo, como si no hubiera otra opción. - Así quizás encuentras un huequito para poder dedicarle unos minutos a un duelo. - Dice con una sonrisa.


Se encamina junto a Suzu, allá a donde este fuera.