¿Qué lugar es este? (mihail)

No tardaron mucho en llegar al harem y durante todo el trayecto Irun mantuvo los ojos muy abiertos, observandolo todo con una curiosidad desbordante.

Al entrar allí sus ojos se abrieron como platos... ¿este era el lugar que tanto nombraba Él? un muchacho le miró de manera lasciva, pero Irun no entender lo que pretendía.

- ¿E.. esto es el harem?... ¿y... que hacen aqui... exactamente? - Vio a una pareja corretear hasta esconderse en una de las habitaciones y decidió seguirles... claro estaba, no tenia ni idea de lo que allí dentro se cocía.

Antes de que Irun siguiese a la pareja le agarro del hombro, parandole y acercandose a el.

- Sera mejro que no les sigas... - Suspiro y miro a su alrededor, habian entrado dentro del edificio del Harem, mayormente por que Irun se encamino alli por su propio pie. - Un harem es... - No sabia bien como explicarselo. - Un lugar donde siempre encontraras a alguien dispuesto.

Irun lo miró, parpadeando

- ¿dispuesto a que?... - realmente sentía demasiada curiosidad... - ¿a meterse dentro de las habitaciones?

Se llevo una mano a la barbilla, despues mirandole fijamente a los ojos, cruzandose de brazos.

- Podria decirse que si. A.. cumplir los "deseos" de quien ¿lo solicite...?

- Entiendo.. - aunque claro estaba no habia entendido a qué se refería exactamente - ¿yo podria.. trabajar aqui? se cocinar.. y limpiar... y. hacer compañía - sonrió de manera inocente.

Se encogio ligeramente de hombros, despues hechando un vistazo a su alrededor, buscando a alguien con la mirada.

- La verdad es que te recomendaria que buscases algo mejor que hacer... pero bueno, si es algo que quieres podrias provar... - [i]No demasiado convencido - Aunque seria mejor que no hicieses "compañia".

Al no encontrar a quein buscaba con el vistazo que echo, decidio dejar ahi al chico, el tenia que hacer cosa sy ya se habia entretenido demasiado.

- Irun, tengo que retirarme a seguir con lo mio, asi que te dejo aqui... andate con cuidado. Se despidio con una leve reverencia marchadnose del lugar.

Afirmó con la cabeza.. habría querido pregguntarle por que no era conveniente hacer compañia.

Suspiró al ver como se marchaba y se quedaba solo en aquel extraño lugar y no supo que hacer. Quizas deberia de hablar con el dueño de ese harem, pero ni siquiera sabía donde se encontraba, así que finalmente entró en una sala y sonrió. Allí había un lecho de cojines sobre los que se lanzó ¡le encantaban! y estaban tan comodos que terminó por dormirse, encogido, sin capucha y moviendo su rabito apaciblemente.