Lugares extraños...

Habían sido días dificiles para Irun... Durante todo el tiempo en el que había estado con aquel ser que jamás le dijo su nombre, no se había planteado que pasaría si él se marchase, si ya no tuviese su protección.

Durante los dos días permaneció en la ocuta cabaña del bosque, hasta que la falta de comida y agua lo obligó a salir. Al principio se sintió como un cachorro que sale por primera vez de la madriguera. Todo era nuevo y fascinante para él.. desde los sonidos del bosque hasta el transcurrir del río atraían su curiosidad. Pero despues del interés... llegó el miedo.

Tras caminar varias millas huyendo de aquellos que le perseguían encontró finalmente la aldea, cuando la lluvia ya había calado toda su ropa. Le atrajo el humo que salía de una chimenea y sin pensarlo más entró, aún cubierto por la capucha que escondía sus inusuales orejas de felino. Se quedó en la puerta, sin saber que hacer... si salir corriendo despavorido o acercarse a la lumbre del fuego que seguro calentía su helado cuerpo. Nunca había visto a tantas personas reunidas, alborozadas y ebrias.

Al ver que él era único que parecía tener aquellas orejas de gato, lo primero que hizo, fue atarse más la capucha y bajar la mirada al suelo.

Vio al que entraba con mala cara y suspiró. Seguia con la mirada baja cuando de pronto alguien lo empujó, con tan mala suerte que tropezó con el tabernero que llevaba en ese momento varias copas de vino que acabaron derramandose en el suelo...

- Lo.. lo siento, disculpe!

Parecía que todos los ojos estuviesen puestos allí, en él...

- ¡Mira lo que has hecho! ¿tendras dinero para pagarlo no?!

Irun lo miró... ¿dinero?... no.. no tenía nada de dinero. y retrocedió cuando el tabernero se acercó a él con gesto amenazante.

Al escuchar ruido de algo romperse, se giro y quedo viendo el estropicio que estaban montando por que unas simples copas se hubieron roto. Se puso en pie con desgana y se acerco lentamente, sin querer llamar demasiado la atencion, cosa que resultaba dificil. Al ver que el tabernero se acercaba al chico que parecia que por el habia ocurrido todo eso, se metio en medio, quedando justo delante.

- ¿Tienes algun problema? - Encaro al tabernero, al cual ya conocia de haber pasado por ahi un par de veces mas. Este nego con un gruñido y se marcho vuelta a su trabajo, haciendo que el barullo de cotillas que se monto alrededor desapareciese.

Misha se giro en direccion al chico y se quedo mirandole sin ningun gesto en el rostro, despues sacando del obi algo de dinero para darle al joven, con el que podria pagar lo que rompio y algo que sobraria, para si queria para comer.

- Paga cuanto antes si no quieres que estos bestias te tengan fichado. - Le sonrio levemente y volvio al asiento en el que se hubo sentado segun entro.

Cogió el dinero que le daba y se lo dio todo al tabernero... nunca había salido de esa cabaña, por lo que tampoco sabía muy bien como funcionaba todo eso.

Con paso algo vacilante se acercó al chico que le había ayudado.

- G..Gracias por lo de... antes... - musitó con voz aun algo ronca.. aquella noche era la primera vez en la que hablaba despues de casi tres días de silencio

- De nada, pero para a proxima deberias de ir o bien con un par de monedas encima, o bien echar a correr si pasa algo por el estilo. - Sonrio de lado y el tabernero que estaba en la barra le saco unos dulces y un zumo.

Se quedo en silencio mirando al chico y le tendio el zumo mientras se ponia a comer dulces.

- Puedes bebertelo si quieres, parece que tengas hambre. - Esta vez tendiendole tambien el platito con los dulces para que cogiese.

- ¡Miau! - exclamó al ver el plato de dulces y descubrir que tenía muchísima hambre. Aquel maullido hizo que varios clientes se giaran hacia él... quien, sin prestar atención a nada mas, empezó a devorar los dulces.. llevaba demasiado tiempo sin comer y al abrir la boca salieron a la luz esos puntiagudos colmillitos que a veces llamaban demasiado la atencion.

Sonrio ampliamente al escuchar el maullido y despues ver los colmillos a aquel joven que comia feliz los dulces que le habia tendido.

- Si, se ve que tenias hambre... - Apoyo el brazo en al barra y en la mano la cabeza, mirandole y cogiendo un par de dulces antes de que se los acabase. - ¿Que te trae por aqui? Parece que no conoces demasiado la zona...

Terminó y lo miró..

- Es.. la primera vez que salgo de.. - Se detuvo y suspiró apenado, sin saber si debía seguir, no conocía de nada a ese joven - no.. no soy de por aquí...

Bebió el zumo y suspiró

- Estaba muy rico... oh! me... me comí todos tus dulces... lo siento - Musitó agachando las orejitas

Nego con la cabeza, despreocupado e incorporandose, quedando de pie al lado del muchacho.

- Deberias andar por zonas menos.. complicadas, lo digo por tu bien. - Suspiro y miro alrededor, despues haciendole una ligera reverencia con al cabeza para presentarse. - Me llamo Misha.

No diria su nombre completo, asi que el apelativo cariñoso que todos usaban con el.

- él me llamaba Irun... dijo que significaba... - bajó mucho el tono de voz - gatito...

Seguía mirando el suelo... apenado... aún no había llorado su desaparición... albergaba la esperanza de que seguiría vivo y lo encontraría.

Vio como Irun parecia cansado, triste, sin demasiada energia. Suspiro y nego con la cabeza, acercandose ligerament a el para susurrarle de forma que solo le escuchase el.

- Yo que tu saldria de aqui cuanto antes, tienes un par de tipos que no dejan de mirarte y no tienen muy buena pinta.

Se quedo quieto tal cual, poniendole la mano en uno de sus hombros, tratando asi de disimular de que aquello que le susurro no era serio, sonriendo ligeramente.

Abrió los ojos mirándole...

- ¿A que te.. refieres? - Miró a su alrededor... - ¿Por qué me miran? ¿deberia decirles algo? - realmente no se enteraba de nada - Descubri´ño a los chicos que lo miraban y fijó sus ojos claros en ellos... - A lo mejor le conocen!

Suspiro pesadamente tras poner los ojos en blanco y negar con la cabeza. Los tipos dse dieron cuenta de que Irun les habia mirado, como para no percatarse de ello... Le puso la mano en la cabeza, agachandosela ligeramente y acercandose a el.

- ¿Quieres que te atrapen y te pongan a la venta en el mercado de esclavos? - Le dijo mirandole mal, comenzando a dirigirse a la salida arrastrando al chico con el.

- ¿Que es un mercado de esclavos? - en verdad aquel muchacho no sabía absolutamente nada, pero se dejó arrastrar por Misha, eprcatandose de su expresión - ¿Te.. te has enfadado.. conmigo?

Suspiro negando con la cabeza. ¿Nadie le habria explicado nada? ¿Le tocaria a el hacerlo?

- No, no me he enfadado; pero deberias ser mas cuidadoso o podras acabar mal. - Se estaba pensando si preguntarle o no a ver de donde habia salido.

- Lo siento esque... nunca antes había salido... y Él.. no me explicó nada... - Lo miró con ojos casi desamparados. - entonces... esos hombres.. ¿eran malos?

Esta vez se aseguró de no mirarlos, aunque ellos seguían observandolo... calculando quizas cuanto costaria en el mercado de esclavos.

- Si, si no conoces muy bien los sitios, te recomendaria que no andases mucho por aque, seria mejor que andases lejos. - Suspiro sacandole fuera, hacinedo que los tipos ya no pudiesen controlar lo que hacian.

Se quedo un rato pensativo, analizando lo que hubo dicho. ¿Como podia ser la primera vez que salia? ¿De donde?

- ¿Lejos?... - miró al cielo, al menos había dejado de llover... pero corría un viento gélido que hizo que se estremeciera - entré porque... tenía frío... ¿a donde.. podria ir?..

Suspiró apenado.

- Estoy... siendo una molestia... ¿verdad?

Nego con la cabeza, despues sonriendo levemente recordando a Loki, le recordaba algo a el. Le acaricio la cabeza calidamente, notando que escondia algo bajo la capucha.

- ¿No tienes a donde ir? ¿No tienes una casa? ¿Algun sitio donde cobijarte?

Esquivó la caricia con miedo a que descubriese su secreto..

- No... no tengo a donde ir.. y no quiero volver allí... está tan vacía sin él - Musitó refiriendose a la cabaña...

Suspiro al ver el gesto y miro al suelo, tratando de pensar algo.

-Quizas podrias construirte una caseta en el bosque, o ir al harem y pedir una cama donde dormir y comida por las extensiones... - Le sugirio.

- El harem... ¡el harem! - exclamó de repente dando un pequeño brinco cuando reconoció aquella palabra pronunciada por aquel que buscaba... apenas se dio cuenta de que la capucha había cedido, dejando ver unas minusculas orejitas de felino - ¡llevame alli! ¡por favor!

Sonrio al verlas, comprendiendo ahora la reaccion que tuvo hacia que le tocase la cabeza. Estiro el brazo con sutileza y le coloco bien la capucha, asi volviendo a ocultarlas bien.

- Esta bien, te llevare al Harem. Alli te dejare a tu aire, ya que yo tengo que seguir con mi trabajo. - Le miro de reojo, comenzando a caminar hacia dicho lugar. - Aunque si necesitases ayuda, alli podrias preguntar, son buena gente todos.

Abrio los ojos, asustado, pero al ver como le cubria de nuevo suspiró.

- ¿que.. tipo de lugar es el harem? - Preguntó con curiosidad, siguiendolo... - tu.. no se lo diras a nadie... ¿verdad? "musitó aferrandose a los lados de su capucha"