Recien llegado al azul

Estaba algo cansado, desde luego. No lo aparentaba, dado que siempre parecía enérgico y vivo, pero realmente los caminos que había tomado hasta dar con aquel sitio habían sido agotadores. No había ni un mísero mapa con atajos para llegar al sitio con exactitud y rapidez, no. Entró con pasos lentos, tanteando el terreno y observando todo a su alrededor.

- ¿Hola? - Preguntó al aire, haciendo gestos de saludo.

Aquel era el sitio correcto, por suerte. No es que la información de un comerciante borracho fuera la más fiable del mundo, pero no se perdía nada por intentarlo. Y de hecho, el intentarlo le condujo al sitio que estaba buscando. Dejó entrever una sonrisa cínica en su rostro.

- Fortuna y gloria...¡quizás no! Pero vamos a ver qué podemos encontrar aquí... - Se rascó la barbita de su barbilla con suavidad, pensativo. - Tiene aspecto de tener objetos exóticos de "calculable" valor...

Se acomodó en la pared, cruzándose de brazos. Lo mejor era buscarse un guía antes de adentrarse de pleno en aquel sitio, que tampoco quería perderse. Ladeó la cabeza mientras esperaba, imaginando cuentos y novelas en su cabeza para pasar el rato.

Ni mucho, ni poco. Ni tanto, ni tan poco. Había sido bastante estúpido aquel día, se había quedado anonadado con el gesto de aquel ser de cabellos rubios, esos ojos de los que parecian manar calidez y un timbre suave..., y por el mismo hecho de quedarse absorto, en uno de sus tipicos trances, intentando analizarlo todo, como de costumbre...le perdio la pista, este se fue y él se quedo sólo, y no muy bien parado; al menos eso se podia deducir por como salio de allí tras quedarse sólo...tambaleandose practicamente, perdiendo la noción del tiempo y andando, andando...mucho.

Demasiado tiempo andando...una pequeña pausa no venia mal. Se quedo totalmente quieto apoyandose en una pared, observando en donde estaba...acabando de percatarse de que no sabia en absoluto de donde estaba. Vale, no, espera, de vale nada. ¿Donde estaba?. Miro de un lado a otro, y suspiro pesadamente, no habia apenas nadie por allí...por no decir nadie; pareciendo calles fantasmas. Pero parecia que al final no estaba tan deshabitado, habia alguien allí...apoyado en una pared no muy alejada de donde se encontraba; tendria que ir a preguntarle...sí, tenia que preguntar como salir de allí si no queria dar tumbos sin sentido por aquel lugar. Me acerque dubitativo al chico, de cabellos tono carameloso, más bajo que yo, y aparentemente simpatico; claro...aparentemente.

- Mmh... Hola, disculpa, ¿podrias decirme donde estamos? - dijo sintiendose bastante torpe, y después pasandose una mano por los cabellos pensativo.

(""- ...y si el caballero es en el fondo, el hijo bastardo del archidemonio..."")

No pudo acabar sus pensamientos, dado que para cuando volvió a la realidad, tenía enfrente suyo a un singular personaje que no sabía muy bien de donde había aparecido. Bajó las cejas, mirándole como quien escudriña un dibujo, a lo que posteriormente dejó escapar involuntariamente un:

- ¿...hola...?

Dicho esto, recibió por sus oidos la pregunta del muchacho. Vaya, así que tampoco había avanzado mucho, aquel estaba igual de perdido que él mismo. Arqueó las cejas haciendo una mueca de "yo no se nada" junto a lo qué añadió:

- Eh...esto es...Crystal Lake, si no me equivoco. - Dijo con toda la información que sabía hasta el momento. - No se muy bien cuán grande es, dado que acabo de llegar, pero vamos...mejor preguntale a...¿otro? - Miró a su alrededor, viendo que no podía darse por aludido dado que no había NADIE más. Se encogió de hombros y dejó entrever un "Ahem" disimulante.

Se rascó las patillas en un gesto de inseguridad. Tampoco es que quisiera ignorar al personaje que tenía enfrente. Quizás debía empezar a entablar amistades o de lo contrario se ganaría el odio (Más del que esperaba ganarse de antemano). Echó un vistazo rápido y sin disimulo al aspecto y las ropas de aquel chico (Quizás tenía algo de valor) y le tendió la mano.

- Yo soy...Wright. - Respondió. - Y soy nuevo en este sitio...aunque ya lo dije antes- Enseñó una sonrisita medio sarcástica. - Tú...¿cómo te llamas?

Le observe, y entonces cape que mucho no iba a sacar. Él parecia saber tan bien como yo mismo, vamos, para nada, en donde se encontraba y lo termine de deducir cuando pronuncio sus pirmeras palabras. Ese dubitativo "hola" que dejaba mucho que pensar, ¿le estaria molestado?, ¿estaria esperando a alguien?, a saber...
Siguió hablandome después de un pequeño silencio, analizando su alrededor, pareciendo no haberse percatado de que aquello estaba totalmente o casí...inhospito. Cuando dijo que aquello era Crystal Lake supuse empezar a saber donde me encontraba, pero no pude evitar reir ligeramente cuando este se oso a decir "mejor preguntale a...¿otro?", mirando a su alrededor y seguramente percatadose de que no habia absolutamente nadie. Tan solo él y yo. seguí escuchandole y analizando su modo de comunicarse. Se presento, y supuse que me tocaria responder a ello, lo menos intimidador posible, por mi tono de voz:

- Yo me llamo Sidney, Sid Cross. -correspondi a su sonrisa con una de las mias, de lado y no demasiado pronunciada, por que si no darian a parecer que tengo segundas inteciones, y no es el caso...- y no es que sea nuevo, pero...creo que me he perdido; no recuerdo este lugar...al menos no ahora.

- ¿Amnesia? - Preguntó en voz alta, con un gesto extraño en su cara. Si bien su última frase tenía muchas interpretaciones, muy posiblemente quería decir que en el pasado si conocía el sitio; ahora no. Se rascó el pelo, para acentuar su hipótesis "dubitativa".

- ¿A qué te refieres? -Preguntó entonces, para hacerse a la idea exacta. - ¿Ya habías estado antes aquí?

Dejó de concentrarse en ver si tenía artículos de valor encima. No es que no fuese un objetivo potencial, pero vaya, tampoco es que fuera a robar a primera de cambio, y además, parecía tener problemas. Es obvio que dentro de la magia de un pícaro está el buscar el momento adecuado para hurtar algo, pero de algún modo, aquella forma de robar no le atraía. Prefería ayudar por lo pronto, luego ya vería lo que hacía.

- Esto... - Dijo, al aire, esperando a la respuesta por parte de la otra persona.

Pensé en que contestarle mientras este sacaba sus hipótesis, sin perder la sonrisa, parecia analizarme; pero no era momento de ello realmente. Queria sentirme seguro, y ello conllevaba pisar tierra conocida.

- De amnesia nada..., tan sólo me he despistado mientras andaba y puede que en algún momento me haya pasado por aquí - dude - pero bueno, tampoco lo tengo muy claro... ¿de donde vienes?, y...cómo es que has acabado aquí?; en este lugar...que está aparentemente inhospito. - mire a mi alrededor, y chasqueé ligeramente los dientes, pensativo.

No sabia hacia donde ir, pero habia un callejón que me llamaba la atención, y si me llamaba la atención, la recordaba aunque fuese ligeramente, significaria que la habia cruzado alguna vez.

Ladeó la cabeza varias veces mientras le escuchaba hablar.

- ¡Oh! ¿Yo? - Preguntó mientras notaba que hablaban de él. Miró hacia el techo en una mueca extraña unos segundos para volver a mirar a Sid con la misma expresión. - Vengo...de ningún sitio, realmente. - Sonrie. - No pertenezco a ningún lado, realmente. Tan solo voy allá a donde mis pies aguanten. Aunque bueno...puestos a rebuscar en el pasado... - Se encoge de hombros, entonces. - Pues pertenezco a un agradable orfanato situado en alguna ciudad humana lejos de aquí. Es un sitio acogedor los primeros años, luego se vuelve monótono y te dan ganas de irte, o escaparte. - Intentaba no dar mucha información, pero decir la exacta como para que se hiciera la idea de la situación.
Y cómo he acabado aquí... - Se rascó la barba, pensativo. - Pues digamos que el alcohol a veces hace que los comerciantes caravaneros revelen sus sitios de interés comercial más preciados. En este caso, Crystal Lake, pese a ser tan "inhóspito" como dices, viene a ser un buen referente de descanso y comercio... - Sonrie nuevamente. - Y me gusta visitar sitios nuevos y ocultos, para variar.

Se estiró sin disimulo sin dejar de apoyarse en la pared. Algunos de sus huesos emitieron leves ruidos y, para cuando acabó, tenía todo el cuerpo relajado y calmado.

- ¿Un cigarrillo? - Ofreció mientras registraba el bolsillo de su pantalón y extraía una caja pequeña de cartón medio deshecha cuyo interior revelaba el producto ofrecido. Wright extrajo uno, y se lo llevó a la boca, mientras seguía manteniendo la caja al alza, esperando a una respuesta de su misterioso "No-Soy-Amnésico".

Deje de sonreir de golpe, y me quede mirando hacia aquel callejón. Escuche como me contaba de donde se suponia que procedia, un humano en un lugar como este, y no sabia por que no me parecia extraño. Me quedaria con aquello de comercio, ¿qué era lo que vendia o lo que andaba buscando?.

- Mmhh...

Parecia mantenerse bastante relajado y calmado, tanto que incluso saco una cajita de cigarros un poco arrugada y deshecha, ofreciendome de ésta. Le observe, y me pensé si coger o no el cigarro, hasta finalmente cogerlo con delicadeza apenas moviendome, para al poco de agarrarlo llevarmelo a los labios y cerrar momentaneamente los ojos.

- Gracias, núnca viene mal uno. - sonrei de lado, y esperé a que encendiese su cigarro, para que me diese el mechero, por que yo no poseia. Arrugué ligeramente el entrecejo- ¿entonces piensas quedarte aquí, aun que no haya nadie? - sujetado el cigarrillo con los labios, hablando practicamente entre dientes.

- Nah...siempre hay alguien. Solo es cuestión de buscar. Este sitio es normalmente bullicioso, según contaban. ¿Quizás se hayan ido todos a dormir?

Sacó un mechero entonces de su bolsillo. Lo abrió, y este dejó escapar la llama tan cautivadora de los mecheros, alta y orgullosa, esperando no ser apagada. Se lo acercó a su cigarrillo, primero, y tras notar el olor a quemado y el tacto penetrante del humo, lo separó. Alargó la mano para encender el de Sid, el cual, tras iluminarse, hizo un movimiento y cerró el mechero, extinguiendo la llama como si no hubiera estado ahí, nunca.

Aspiró el aire del cigarrillo mientras este se consumia lentamente por el lado contrario, y tras llenarse los pulmones, expiró entre dientes el resto de humo. Se guardó el cigarrillo entonces.

- Además, este sitio tiene parajes atrayentes. Siempre se puede aprovechar el tiempo, esté uno donde esté. ¿No crees? - Le sonrie sin dejar de sujetar el cigarrillo con los labios.

Se encendió su cigarro, y después el mio, haciendo que el aroma de cigarro me inundara. Le di una suave calada, y canalizando todo aquel humo, para poco después expulsarlo con delicadeza, pareciendo consumirme casi por completo. No podia negar, que me gustaba hacer aquello..., aunque tampoco podia negar que estaba mal acostumbrado.

Pensé en lo que el me decia, y no podia negar que tenia razón, aquello siempre podria tener algo nuevo sin descubrir, y ansioso de ser descubierto, hasta los más mayores podrian experimentar cosas nuevas, incluso a lso más sabios les quedaba mucho que aprender...con lo cual, no podria decir que no tenia razón.

- Sí..., bueno. Creo que tienes razón. Y respecto a comercio...¿eres comerciante de algo, o andas buscando algo en concreto? - como para acabar aquí...tenia que buscar algo en concreto y comenzaba a desconfiar ligeramente. Se habia dejado llevar por una sensación agradable y amistosa, pero... a que venia esa confianza?, ¿por qué habia "intimado" con dos personas desconocidas en tan poco tiempo sin más?.- me resulta curioso, no hace falta que contestes, si no quieres..no quiero ser entrometido.

Agarró su propio cigarrillo y lo separó de sus labios para expulsar humo nuevamente, dejandole una sensación agradable en su interior. Se rascó la nariz, cigarrillo entre los dedos, para entonces volver a colocárselo en sus labios.

- Es que... - Comenzó a hablar, pero se detuvo antes de seguir. Sid le había preguntado algo, pero al poco tiempo, le había dicho que no tenía que responder si no quería. Solo era curiosidad. Bueno, el también era curioso, así que, qué diablos, hablar es bueno y saludable.

- No te preocupes. No eres entrometido, hablar está bien. - Le dedica otra sonrisa. - No me interesa el comercio. Ni siquiera comercio, soy bastante pobretón. Es solo que me gusta ver nuevos sitios, conocer nueva gente...lo normal - Había dicho la verdad a medias. No le había contado todo, por gajes de oficio, pero por lo menos le explicaría su presencia allí.

- Soy un cuentacuentos, por así decirlo. - Dijo entonces, dado que había sacado lo de si era comerciante, y le había interesado saber en qué trabajaba Sid. - Un trovador, un bardo. Como sea, voy de taberna en taberna contando fantasías y llenándome los bolsillos con algunas míseras monedas de cobre que se me ofrecen. Tú... - Le señaló. - ¿En qué trabajas?

(""Bonita chaqueta"") - Pensó.

Preste atención a lo que iba diciendome, y no sabria por donde empezar. ¿Sabria aquel humano lo que yo era?, no lo tenia muy claro, y no sabia si estaria bien arriesgarse a que pensase que estoy lunatico perdido o quisiese acabar conmigo, ¿quién sabe?, quizá incluso me idolatrase, y como cuenta cuentos cree haberse vuelto loco. Cada uno a lo suyo, no?.

Divise a alguien, con los cabellos largos, y al tenerle de espaldas no supe distinguir si era una mujer o un hombre, nuevamente -que no sabia como me lo apañaba para dar siempre con personas tan ambiguas y misteriosas- que iba cargado de pergaminos, en dirección hacia algún lugar...a saber donde. Me incorpe rapidamente y por un impulso me acerque a él, dejando a Wright, sin contestar a su pregunta, pensando que este podria seguirme. Esa persona iba cargada, y decidida, pareciendo saber donde iba, era mi única oportunidad momentanea de salir de allí. La única salida.
Me puse ante ella, siendo más bien poco delicado, intentando no entorpecerle para hacer que no se le cayesen las cosas que cargaba.

- Siento interrumpirte...pero, ¿podrias decirme donde estamos?, es que...por muy estúpido que suene, creo he perdido...¿podrias aclararme donde nos encontramos?. - mire hacia atras, observando a Wright, esperando a que se acercase.

Sid desde luego se tomó una demora grande para responder a su pregunta. Él esperaba, pacientemente, apoyado en la pared a su respuesta, no tenía prisa. Quizás estaba meditando lo que quería decir, o realmente no queria contestarle. Pensaba en dejarlo pasar, dado que no tenía la intención suficiente como para hacerlo, aunque claro, justamente pasó un tercero por detrás de ellos y Sid se concentró en este, dejando su pregunta en el aire.

- Em....pues vaya... - Se encogió de hombros. Se quedó medio anonadado, dado que parecía que había pasado de el olímpicamente...bueno, no le daría mucha importancia.

Se fijó en el nuevo chico - o chica - que había pasado junto a ellos, y que Sid encantadormente había interrumpido. No sabía distinguir su género, pero estaba claro que se había percatado de varias cosas - entre ellas los manuscritos que llevaba bajo el brazo. ¿Qué serían? No lo sabía, pero había cautivado su atención.

Dado que no sabía si le gustaba o no los humos del cigarrillo, por ser amable apagó el suyo apretando la parte frontal con los dos dedos de su mano izquierda; en esta llevaba un guante y así evitaba quemarse; y luego se lo guardó en el bolsillo. No iba a tirarlo al suelo, obviamente. Encontraría una papelera o algo así y para la basura. Se limpió las manos dando choques entre ellas y fue junto a ellos dos a pasos suaves. Se puso en un lateral de ambos, tácticamente, para que así el chico nuevo tuviera un campo de visión suficiente como para verlos a los dos. Le miró a la cara, y se extrañó levemente de su mechón de pelo - Parecía taparle algo que no era un ojo.

- Aquí el amigo se ha perdido... - Dijo con cierto sarcasmo mientras señalaba a Sid. - ¿Podrías ayudarle? Yo soy Wright, a propósito. Él se llama Sidney - Hizo las presentaciones oportunas, para que no hubiera confusión más adelante.

(""¿Qué llevará ahí?"") - Pensó, mientras echaba una ojeada discreta desde lejos a los pergaminos.

Se paro en seco al ver que se interpusieron en su camino. Fruncio el ceño no muy complacido por el echo de que, al parecer, iban a ponerse a entretenerle y eso era lo que en aquellos momentos, menos queria.

- Yo soy Mihail Bolk. - Tomo una pausa par analizar rapidamente a ambos hombres. - Estais en El Salon de Recepciones de la Fortaleza de Cristal. Normalmente no suele haber nadie por aqui, mas bien, suele ser poco comun. En la Fortaleza de Cristal tambien se encuentrar otras partes pertenecientes a la misma. Dos de ellas son de uso exclusivo, a excepcion de la Entrada principal - Señalando con la cabeza la puerta por la que habia entrado, indicando que se referia que estaba por ahi. - el Salon de Recepciones, en donde nos encontramos ahora, y el Harem, que se encuentra por alli. -Girandose ligeramente sobre si mismo y señalando hacia un camino que se veia que iba cambiando de la arquitectura de la Fortaleza hacia un paraje natural, viendose por este arbole sde cerezo en flor, los cuales permanecian asi permanentemente. - Aunque para ir al Harem tambien hay diferentes caminos.

Dio un par de pasos , colandose entre ambos hombres, esperando que con la informacion que les dio, les fuera suficiente. Habia sido educado, presentandose y respondiendoles a lo que le preguntaron, pero el tenia prisa y queria librarse del trabajo, el maldito papeleo que siempre le encasquetaban a el.

Camino a paso firme, y con los pergaminos bien sujetos entre sus brazos, algo apollados contra su pecho para que no se le escapase ninguno, camino hacia donde tenia que ir.

Ví como Wright se adelanto a mi, presentandonos a ambos a aquel muchacho.
No dije nada en lo que el chico se explayaba como queria y más, incluso me parecio imposible ver la serenidad y la capacidad de memorizar toda aquella información; tanto, que me dejo casí igual que si no me hubiera dicho nada por que no fui capaz de captarlo todo. Me habia quedado con cosas, no era nada corto, pero aquello...habia sido demasiado para mi, y más del tirón. Suspiré pesadamente, y arrugue nuevamente el entrecejo dando a entender que me habia quedado algo pensativo, más bien pillado. Asi es que mientras le veia intentando marcharse ya...me sentia un poco obligado a volver a detenerle con un un ligero ruido de desaprobación:

- Mmhh..., lo siento muchisismo, por volverte a interrumpir; supongo que tendrás mucho que hacer, Mihail, y que eso debe pesar bastante...-refiriendome a los pergaminos.- pero me temo que no me he enterado de la mitad de lo que has dicho. Eres...rápido. - sonrei torpemente, y después mire a Wright, mirandole de reojo para ver si el si lo habia captado.

Me encogi de hombros y vire los ojos nuevamente, esperando la respuesta del pelirojo.

Empezó a analizar, lentamente, todo lo que decía. Por lo menos, ya tenía un nombre: Mihail.

Se rascó el pelo a medida que aquel chico iba hablando. Sí, desde luego, tenía una capacidad para soltar información sorprendente. Quizás lo usaban como enciclopedia andante (Porco destino, la verdad). Aunque por lo visto, Sid no se había enterado nada de nada. Él, por su parte, hizo preguntas acorde a lo que había entendido.

- Em...así que...¿Crystal Lake es un alterne de prostitutas? - Preguntó con soltura. - Lo digo porque si solo se basa en una recepción y en un harem, pueeeees... - Contestó, a modo perezoso. Aquella corta descripción le bajó un poco los ánimos. Si era verdad, estaba decepcionado, esperaba más cosas del Crystal Lake. Aunque bueno, qué se le va a hacer...

Lo que había dicho Sid volvía a llamarle la atención. Más que el Harem. Sus pergaminos, a saber que tenía que hacer con tanta prisa y a donde los llevaban. ¿Qué serian? Era su principal pregunta. Quizás tenía ganas de llevarse uno al bolsillo para examinarlo más tarde.

- ¿Qué son? - No pudo evitar preguntarle, señalando a los pergaminos. - Algún...¿tipo de plano para dominar los continentes? - No podía evitar el uso de su sarcasmo propio...esperaba que no le importase lo más mínimo. Se encogió de hombros y dejó ver una sonrisita.

Se paro en seco al escuchar a pregunta, casi afirmacion que hizo aquel tipo, hacia Crystal Lake Forest.

- Un...¿Albegrue? - Se giro sobre si mismo, sonriendole ampliamente, y acercandose a el con paso firme. - ¿Como osas decir algo asi de un lugar como este?

Hizo un leve movimiento con una mano e hizo desaparecer los pergaminos de entre sus brazos, hubiera preferido el llevarlos el personalmente, pero visto lo visto, tubo que adelantar el llevar los pergaminos antes que su misma presencia.

- Crystal Lake no es nada de eso, asi que ya puedes ir eliminando esa "informacion" dada por ti mismo. - Se giro, dispuesto a dejar el lugar, no sin antes mirar de reojo al otro hombre que le hablo. - Y haciendo referencia a los pergaminos, NO es de tu incumbencia.

Volvio a echar a andar, dejandoa ambos ahi parados, esperando que por fin le dejasen en paz.

Quede perplejo, viendo como el pelirojo hacia desaparecer aquellos manuscritos y después se encaraba ante Wright con cara de malas pulgas, pareciendo que algo que este había dicho - y era evidente el qué - le había enfurecido de sobremanera. Al ver como le comenzaba a hablar exigiendo una disculpa por el comentario sobre Crystal Lake, me quede callado hasta que ví como este mismo salia andando dandonos la espalda, lo que me hizo recordar que no me habia vuelto a aclarar mi duda existencial para salir de allí...¡No podia marcharse así!, ¡no podia esperar a encontrarme otro, y a saber cuando!.
Volví a andar tras él muchacho, pareciendo seguirle practicamente.

- Espera, por favor. Disculpa a Wright. Necesito saber como salir de aquí al menos para poder dirigirme al bosque... - le pedí, no le habia entendido, y queria volver al menos al punto en el que me habia encontrado aquella vez con esa...persona tan bella?, Suzu...; 'peróo buenoo'...¿qué me estaba sucediendo?, ¿acaso me estaba obsesionando con una persona practicamente desconocida?.

Me pose nuevamente ante él, y le mire fijamente, manteniendome serio, pidiendole que me diese esa información.

Vaya, vaya. No esperaba una reacción tan brusca por parte de aquel personaje. Y si, quizás se había excedido en su comentario (¿No era eso lo que le había dejado a entender, de todas formas?). Además, había perdido el rastro de los documentos que se limitaron a desaparecer por arte de magia. No acostumbraba a ver ese tipo de cosas, pero sabía que siempre hay cosas que superan la lógica establecida y que no hay que pensarse mucho. Además, eso le atrae más realismo a sus cuentos fantásticos.

- Oye, oye... - Comenzó a decir mientras volvía a Milhail, viendo como Sidney se le adelantaba dado que realmente tenía un problema de orientación o de memoria, a saber cual de las dos. (En el peor de los casos...pues ambas...). - Perdona si la franqueza te ha ofendido. - Se situa justo al lado de Sidney, enfrente del muchacho enfadado. - Después de todo, es lo que pude extraer por tus comentarios. Pero si te ha ofendido... - Se encoge de hombros y mueve las manos como disculpándose. - Retiro lo dicho. Crystal Lake NO es un alterne.

Aquello no llevaba a nada. Casi estaba perdiendo el tiempo, pero bah, ¡qué mas da! al menos así se entretenía hablando con alguien. ¿Quién sabe? Quizás hasta le sonsacaba la información de los pergaminos misteriosos que había hecho desaparecer.

- Entendemos que estás ocupado. Pero el necesita ayuda urgentemente. Tan solo te pedimos cinco minutos, no es pedir mucho. ¿No puedes hacernos el favor? - Pregunta.

No puede evitar fijarse en su mechón de pelo, con curiosidad.

- ¿Qué le pasa a tu ojo? - Pregunta con curiosidad, dado que a la vista nota que no parece un ojo lo que hay detrás del mechón.

Suspiro pesadamente, gruñendo despues y paradose una vez mas en seco. Se giro ligeramente para quedar mirando a aquel par de personajes, que al parecer, estaban muy por la labor de estar molestandole, impidiendole asi que fuese a hacer sus cosas. Quedo en slencio escuchando atentamente o que tenian que decirle ambos. Primeramente se quedo mirando al elfo para responderle a este primero.

- Pues para ir al bosque, unicamente tienes que salir de aqui, yendo hacia la Entrada principal - Le indico con la mano la puerta por la que habia entrado hacia un rato - Y despues sigue andando un rato, cuando llegues al lago, a uno de los lados esta el bosque.

Despues se giro mirando con desgana al otro hombre que no hacia mas que tratar de cotillear. Al haber respondido al elfo, que por el lugar que le pregunto, supuso que viviria en el bosque, supuso que podria ignorar la ultima pregunta que escucho, formulada por el tipo al que estaba ahora mirando sin demasiado interes.

Suspiro negando con al cabeza, dandoles una vez mas la espalda, con intencion nuevamente de marcharse de ahi, esperando que esta fuera la definiriva. Antes de echarse a andar decidio, mas que nada por educacion, responder a lo que le pregunto, aunque la respuesta no fuera demasiado educada.

- A mi ojo no le pasa nada. Y bien, ¿Puedo seguir con mi camino sin interrupciones ya?

Nuevamente escuche con atención las palabras que practicamente me dedicaba Mihail, esta vez si lo hube pillado, no haria falta repetición ni nada por el estilo...seria salir de allí, ir hasta el lago que no se encontraba nada lejos de mi casa. Suspire, y sonrei algo aliviado y por lo que veia cada vez el pelirojo se enojaba más con el humano. Haria el amago al menos de no ser tan torpe como para volver a perderme...

- Muchas gracias, Mihail. - totalmente sincero y agradecido. No queria molestarle más, tendria mucho que hacer y lo único que estariamos haciendo seria molestarle.

Mire de reojo a Wright y pense en que era nuevo allí, ¿deberia ofrecerle venir conmigo para tener un techo sobre su cabeza o tal vez no debia fiarme demasiado?, que más daba?, el no parecia uno de esos a los que decirles "¿Eh, quieres venirte conmigo?" parecia más bien de esos que te seguian y obligaban practicamente a ser invitados, y aunque no queria ser descortes...no tenia nada que me mantuviese allí por más tiempo.

- Siento haberte interrumpido, espero no haberte arrebatado demasiado tiempo..., nuevamente, gracias. - chasquee los dientes y comence a dirigirme dubitativo hacia la entrada principal, sin decidirme por decirle aquello al humano, o irme sin más.

Jo...que poco receptiva estaba la gente hoy. No andaba por la labor de sacarle algo a aquel tipo, asi que mejor era dejar correr un tupido velo. No quería que se encaramase con él para lo que quedaba.

- En fin.... - Se encogió de hombros, nuevamente. - Gracias por todo...supongo. No dudes en llamarme si necesitas descifrar algo de esos pergaminos que llevabas antes. Se me da bien leer. - Dijo con una risa y sorna, intentando jugarla aunque sabía que no llevaría a ningún sitio.

Se rascó la nariz, sin un propósito realmente. Bueno, dejaría que se fuera, supongo que ya le había importunado lo suficiente como para no seguir con aquella tontería.

- Bueno, ve a hacer lo que tengas que hacer. Gracias por todo. - Le dedico una media sonrisa sarcástica.

Se encogió de hombros mientras veia como Sidney se alejaba. Muy posiblemente hacia donde le había indicado el pelirrojo. Quizás así recordaría a donde tenía que dirigirse; al final, todo llega a buen puerto. La cuestión era ver donde acababa él mismo.

- Entonces...¿qué pasa ahora? - Preguntó de una forma dubitativa hacia Sidney. - Vas a ir a ese sitio, ¿no? - Se cruzó de brazos. No tenía nada que le atase ahí. Si le invitaban se unía, si no, ya exploraría Crystal Lake por dentro más a fondo.

Antes de desaparecer por uno de los caminos a paso ligero se despidio con un gesto de la cabeza del elfo, que ya se marchaba, y dijo una ultima cosa al humano entrometido.

- Tranquilo, no me hara falta preguntarte nada de los pergaminos, de todas formas, dudo que entiendas lo que pone en alguno de ellos.

Le devolvio una sonrisa sarcastica y desaparecio del lugar, sin esperar a que le dijesen nada mas, dejando a los dos a solas.

Gruñi para mi mismo y frunci el ceño, resignandome, y dignandome finalmente a preguntarle mientras veia como marchaba finalmente el pelirrojo, despidiendose de él.

- Oye, Wright. - hice una ligera pausa mientras me giraba sobre mi mismo. - tienes alguna cosa que hacer? ¿algún lugar en el que descansar o ...bueno, ya me entiendes. - me cruce de brazos. - podrias venirte conmigo si quisieras, no tengo nada en contra. - volvi a girarme sobre mi mismo y comenzar a andar, mientras esperaba que él me contestase y me siguiese si estaba de acuerdo.

No tendria nada que hacer, no hoy, no ahora, el único objetivo que tenia era volver a casa...y quién sabe, quizá cruzarse con esa persona especial casí desconocida.