Escapando ligeramente (?)

Ren se escondió en unos hierbajos. Le dolían los pies, se había fijado entonces de que no llevaba zapatos.

Delante de él estaba la casa llamada harem...
Se oían muchos ruidos adentro, así que decidió ver qué había.

- Hola... -dijo, un poco tímidamente. ¿Vendría alguien...?

-Mi hermano, mi hermano en manos de una pandilla de depravados o algo peor. ¿Por qué no hace lo que le digo, sino todo lo contrario? Si algo le pasara, yo...
Ky tragó saliva, angustiado tras pasar algo de tiempo sin rastro de Ren.

Justo cuando empezaba a desesperar, vio una cabecita rubia que se adentraba hacia el harem...
-¡REN!-gritó, echando a correr hacia el edificio.

Algunas chicas vinieron a saludar a Ren.

- ¡Qué mono!
- ¿Te has perdido?

Se quedó mirándolas. Era todas muy guapas y tenían unas grandes delanteras.

- ¿Qué es un...
- ¡REN! -gritaron. Ren s egiró y vio a su hermano Ky. Antes de que llegara se escondió detrás de una chica con el pelo largo y rubio, temblando un poco. No quería que su hermano le pegara ni le riñera...

-¡Ren!-pero tuvo que frenar de golpe al encontrarse con un grupo de mujeres jóvenes, que probablemente trabajaban en el harem...
-¡Estoy...estoy buscando a mi hermano!-aclaró antes de que nadie pudiera ahcerle cualquier otra pregunta-.Se parece mucho a mí, pero él es más joven, un niño...Creo haberlo visto entrar por aquí.
Miró a las chicas, casi suplicante.
-Por favor, ¿lo habéis visto?

Ren temblaba detrás de la chica.

-¿Seguro no quieres nuestros servicios? -una chica con el pelo oscuro se acercó a él con cara seductora.
-Te lo pasarías bien con nosotras... -dijo otra mujer más madura, recorriéndole el pecho con el dedo índice.

-¡¡Claro que no!! -saltó Ren de detrás de la chica rubia. Cogió a su hermano de la mano y salió de allí.- ¡No vamos a volver nunca más aquí! -le sacó la lengua a las chicas y se fue del lugar, arrastrando a su hermano.

-¡Vuelve cuando quieras!-le gritaron desde el harem, cada vez más lejos.
El anonadado Ky centró la vista en su hermano.
-Esto...¿Ren? El que se ha escapado eres ¡TÚ!-dijo parándose en seco-¡Y más vale que tengas una buena excusa!

Se agachó para quedarse a la altura de su hermano y le miró con los ojos entrecerrados.
-¡Pones a prueba mi paciencia!

-Esto...¿Ren? El que se ha escapado eres ¡TÚ! -Ren no había pensado nada cuando quitó a Ky de las zarpas de esas mujeres pervertidas. El detallo de que él hubiera escapado.. tenía poca importancia entonces.- ¡Y más vale que tengas una buena excusa!

-¡Ellas intentaron violarte! Y tú... tú eres mío -dijo, hinchando los mofletes y mirando a otro lado.- Yo me fui porque no quería que te enfadaras conmigo! Si volvía dentro de un rato quizás se te hubiera pasado el enfado...

Ky se agachó junto a él.
-¡No te enfades! -le abrazó.- Yo.. yo sé que me he pasado, sí, yo no quería romperla... Jo...

Tosió, intentando asimilar las palabras de su hermano, a la vez que se levantaba.
-Pero...¿dónde has aprendido todas esas cosas?-suspiró, revolviéndole el pelo a Ren. Luego le pasó un brazo por el hombro y comenzaron a caminar de vuelta a la casa de Suzu.

-En primer lugar, esas mujeres no iban a hacer nada...ya que no tengo ni una moneda, ¿de acuerdo? Además, soy un hombre, ¿vale? ¡No va a pasarme nada!-exclamó-¿Y a qué viene eso de que "soy tuyo"? ¿Ahora nos creemos tratantes de esclavos?

Ky podía reaccionar de dos formas a los problemas que causaban sus hermanos: Una de ellas; gritando y amenazando...La otra era mucho peor: Un largo y tedioso sermón...

...Que no había hecho más que empezar.
-Escuchame bien y piensa en lo que has hecho...

Ren quiso responder a las preguntas de su hermano. ¿Que de dónde había sacado esas palabras? Realmente no sabía que significaba "violar", pero sonaba muy mal. Seguro era algo feo. Lo de que era suyo... Era su hermano.

Abrió la boca para decirle todo eso, pero.
-Escuchame bien y piensa en lo que has hecho...

Ky empezó un sermón que Ren apenas escuchó. "Responsabilidad" blablabla "mayor" blablabla "casa de Suzu" blablabla.

Llegaron a casa de Suzu y Ren abrió la puerta con fuerza.

- ¡¡Hemos llegado!!